Los Ángeles .- La “Operación Padrino”, como bautizó la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) a la investigación contra Salvador Cienfuegos, exministro de Defensa de México, ha tumbado la presunta red de narcotráfico del general retirado en Estados Unidos.
El que fuese ministro de Defensa (2012-2018) del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto fue acusado ayer viernes de narcotráfico y blanqueo de dinero, horas después de ser detenido en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
Los crímenes, según la acusación, se habrían cometido hace tres años, de 2015 a 2017. En total, la Fiscalía Federal del distrito este de Nueva York acusó ayer a Cienfuegos de cuatro cargos relacionados con el narcotráfico y el blanqueo de dinero.
Tres de los cargos están relacionados con la producción, tráfico y distribución de estupefacientes y un cuarto con el blanqueo de capitales, según un documento de la Fiscalía. Estados Unidos acusa a Cienfuegos de haber tenido lazos con los Beltrán Leyva. EFE